Los trabajadores del Taller de Empleo “La Coracha”, de Setenil, que lleva a cabo la restauración de la ermita de San Sebastián, dirigidos por Javier Roldán. De pie, de izquierda a derecha: Ulises, Amalia, José Antonio García, Paco Medina, Joseito el de Blas, Andrés (monitor), Francisco Cedeño, y Javier Roldán (Director). Agachadas, de izquierda a derecha: Mónica Borrego, Lorena Morillo, Mercedes Ocaña, Isabel María Barriga y Marta Porras. Faltan en la foto Juan Antonio Domínguez Racero y Miguel Ángel Guzmán Gómez. Tanto el director de la obra como el cura, Ramón Vázquez, han destacado públicamente que sin el compromiso de estos setenileños, que ha ido más allá de sus obligaciones laborales, no se hubiera conseguido el satisfactorio resultado de esta anhelada obra. En la imagen faltan los integrantes del módulo de pintura.Javier Roldán, el arquitecto que dirige con rigor y maestría el Taller de Empleo «La Coracha», en una imagen tomada este mes de julio sobre la cúpula de la ermita, con Olvera (su pueblo de residencia) al fondo. Foto: IMAGINA SETENILImagen del interior de la ermita durante las obras en julio de 2014.La puerta que da al cementerio, y que estaba cegada, está llamada a convertirse en la gran novedad para el visitante. El vano se protegerá con cristal y el interior se podrá ver a cualquier hora del día o la noche, porque habrá una luz que se accionará desde el exterior.
PEDRO ANDRADES
Una ermita en estado ruinoso. Así era hace tan sólo un par de años San Sebastián, el pequeño templo, casi un minúsculo oratorio, que levantaron los Reyes Católicos aproximadamente en 1484, durante la última fase del asedio a la resistente fortaleza de Setenil, todavía frontera del Reino de Granada. San Sebastián es el primer edificio cristiano del pueblo, la ermita asociada a una de las procesiones más antiguas de Andalucía, la del Silencio, y un lugar casi olvidado pese a su pasado histórico y su privilegiada ubicación. Ahora, en poco tiempo y si se solucionan los últimos problemas de financiación de materiales, Setenil habrá recuperado algo más que una iglesia con quinientos años de historia: contará con un nuevo espacio de referencia para el disfrute, un paseo maravilloso entre olivares desde el que se divisa Acinipo, Olvera, las terrazas del Tejarejo, el arroyo de Alcalá…
Desde el tejado de la ermita de San Sebastián se divisa Acinipo, tras una maravilloso mar de olivos.Vista de Olvera y El Tejarejo desde la cúpula de la ermita de San Sebastián. Foto: IMAGINA SETENILVista del arroyo de Alcalá desde la cubierta de la ermita de San Sebastián. Foto: IMAGINA SETENIL
El director del Taller de Empleo «La Coracha», Javier Roldán, nos explica en una visita a las obras cómo se ha recuperado un templo histórico que estaba abocado a la ruina. «San Sebastián conservará su blancura y su humildad», dice. Este arquitecto, de origen granadino y residente en Olvera, lleva unos 15 años ejerciendo en la Sierra de Cádiz y está muy vinculado a nuestra comarca. Trabajó en Caños Santos y en la finalización de La Cilla y la entradadel Castillo de Olvera. Ahora está al frente de una veintena de trabajadores de los que habla maravillas: «Están muy implicados, han hecho suya la obra». Ya han demolido y reconstruido la cubierta del edificio, fijado la cúpula, desplazado la espadaña, han recuperado el altar y los pies que sujetan la estructura, han dado visibilidad a los arcos engullidos por infinitas manos de cal, se ha derruido la conocida como «casa de la santera» (una vivienda adosada que estaba haciendo daño al conjunto del edificio), y han puesto en valor una puerta cegada que da al cementerio y que está llamada a convertirse en la gran novedad para el visitante. El vano se cerrará con cristal para que se pueda admirar el interior de este entrañable templo a cualquier hora del día o de la noche, activando la luz desde el exterior. La piedra de los muros y los arcos también quedará visible. Pero la obra, que está pendiente de su remate final, ha agotado su partida para materiales.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 446.787,60 euros, según publicó el BOJA el 2 de febrero de 2012, una cifra que los técnicos consideraron desde el inicio «muy justita». La solicitud municipal era muy superior. Según Javier Roldán, han «multiplicado el dinero» para llegar hasta esta fase final, con favores de unos y otros en los que se han volcado los trabajadores de la Escuela Taller y muchos vecinos del pueblo. Del presupuesto, el 90% del dinero está destinado a la mano de obra. Desde la Parroquia de Setenil se han organizado mercadillos, rifas, cenas y otras actividades que pretenden recaudar algo más de diez mil euros (una cifra asequible) para rematar lo mejor posible este proyecto, anhelado desde que Rafael Corral dio los primeros avisos de emergencia hace ya muchos años. El esfuerzo realizado hasta ahora al unísono entre las administraciones públicas, la Iglesia y muchos ciudadanos a título individual bien merece un final feliz. Por eso creo que todos debemos apoyar la simbólica campaña ciudadana en ciernes «Pon un ladrillo para San Sebastián», que con una mínima aportación ligará nuestro nombre a la recuperación de esta ermita entrañable. Qué poco cuesta, cuánto vale. Se pueden hacer ingresos, además, en la siguiente cuenta: UNICAJA 2103 0605 34 0010017358.
ESTELAS MUSULMANAS Y PIEDRAS ROMANAS. Esta meritoria obra ha tenido algunos efectos colaterales. Han aparecido de manera casual al menos dos fragmentos de estelas musulmanas, cuyo valor está por determinar. Hace mucho más de una década también se encontró entre los muros de la «casa de la santera» otra estela que Rafael Domínguez Cedeño salvó de su definitiva desaparición y que está a la espera de que el Ayuntamiento de Setenil se haga cargo de ella. El arquitecto que dirige el proyecto nos recuerda que era habitual en aquella época la utilización de estas piedras como un recurso práctico para la construcción. También es conocida la existencia de una piezaque, según los técnicos, puede ser una base romana (Acinipo está muy cerca) y que se utilizaba como peana del Cristo de la Vera Cruz, la imagen del siglo XVI que residió históricamente en esta ermita. Aunque una persona intentó sacar esta base del recinto en un carrillo-mano y sin permiso, la piedra sigue en el templo. Las otras piezas aparecidas han debido registrarse en el Ayuntamiento por exigencia expresa del arquitecto, en un gesto de rigor que resulta insólito en Setenil, donde no hay constancia pública anterior de los restos arqueológicos encontrados en nuestro rico subsuelo. Estas circunstancias han motivado que se vaya a realizar una sencilla cata arqueológica dentro del edificio para disipar dudas sobre si hubo algún tipo de construcción anterior a la ermita cristiana. En el sondeo que practicó la empresa Cemosa en 2012en tres puntos del exterior por encargo de la Iglesia (consultar aquí) no se observó ningún dato relevante.
Estela musulmana encontrada por Rafael Domínguez Cedeño en la «casa de la santera» hace mucho más de una década.
Fragmento de estela musulmana aparecida durante los trabajos de la Escuela Taller. Está registrada en el Ayuntamiento de Setenil, por orden expresa del arquitecto Javier Roldán.
Pieza que los técnicos consideran la base de una columna romana y que durante años ha servido de peana a la imagen del Cristo de la Vera Cruz, que tenía su sede histórica en San Sebastián. Sigue en el templo, aunque un particular trató de sacarla sin permiso en un carrillo mano.
ASÍ ESTÁ QUEDANDO LA ERMITA
Cómo estaba la ermita y cómo está quedando os lo mostramos en las imágenes de abajo, gracias a las fotografías del impagable Ramón Vázquez (¡qué suerte ha tenido Setenil con este cura!), Javier Roldán, Ángel Medina, Rafael Domínguez Cedeño, y el propio archivo de la Hermandad de Los Blancos. También reproducimos una interesante aproximación histórica que hizo Sebastián Bermúdez Hormigo de la ermitay los datos aportados por Sebastián Luque en la Revista de 2012 de Los Blancos, con el especial recuerdo hacia Sebastián Camacho Gámez, uno de los últimos ocupantes de la vivienda anexa de San Sebastián. Además, incluimos el proyecto de recuperación que esbozó Armando Valenzuela, de ORV Arquitectos, por iniciativa de Maite Bastida Anaya (de origen setenileño y vinculada a la familia que habitó la «casa de la santera»), que ponía el acento en un aprovechamiento compartido entre lo sacro y lo lúdico, y el citado informe geotécnico, que nos ha facilitado Enrique Troya. Todas las fotos se pueden ampliar pinchando sobre ellas.
La ermita de San Sebastián, antes de la restauración.
Imagen de la ermita en julio de 2014, durante la fase final de las obras.
La ermita mantendrá su blancura. En su aspecto general, destaca el desplazamiento de la espadaña y la visibilidad de la piedra de los muros. Abajo,dos imágenes del templo amenazado de ruina y una vuelta al edificio en el sentido de las agujas del reloj con su estado actual.
Imagen de la fachada sur de la ermita antes de su arreglo. Las chumberas han desaparecido.
Ruinas de la «casa de la santera». Fotografía publicada en el blog de Rafael Domínguez Cedeño, «Setenil. Historia y numismática».
Hasta cuatro pies que sostienen el templo se han recuperado. Las ventanas, que son añadidos al templo original, también se conservan.
La «casa de la santera», cuyos muros perjudicaban al edificio según los técnicos, se ha derruido.
La fachada sur de la ermita.
La cubierta de la nave se ha reconstruido y la cúpula de la ermita se ha reforzado.
Imagen de la cúpula durante su arreglo.
La cubierta se ha reconstruido.
El nuevo techo de la Iglesia.
Las dos puertas actuales, vistas desde el interior y el exterior. La primera, la que todos conocemos, seguirá siendo la principal. Debajo, la nueva puerta que da al cementerio y desde la que se podrá ver (de día y de noche) el interior. Tendrá un cristal protector.
Aspecto que presentaba la puerta principal.
Aspecto actual de la puerta principal.
El Taller ha recuperado el altar, el arco y los nervios tapados por sucesivas manos de cal, y ha fijado la cúpula. Abajo vemos el oratorio original del templo de 1484, el camarín y algunos detalles de los trabajos de restauración.
El altar de la ermita, durante las obras ya casi finalizadas en julio de 2014. Foto. RAMÓN VÁZQUEZ
Imagen de la nave desde el altar, con la nueva puerta abierta al fondo. Foto: RAMÓN VÁZQUEZ
Imagen de la nave desde el altar, con la nueva puerta abierta al fondo. Foto: RAMÓN VÁZQUEZ
El altar, antes de la restauración.
El altar, apuntalado.
Joseito el de Blas, durante los trabajos de arreglo de la iglesia.
Imagen actual del altar, con el camarín de finales del siglo XVIII a la izquierda de la imagen.
Detalle del altar, antes de su recuperación. La hornacina se mantiene.
El camarín, obra de finales del siglo XVIII, según consta en la documentación de la Hermandad de LOs Blancos.
Techo del camarín, un añadido del finales del siglo XVIII que se conservará.
7 comentarios en “Un ladrillo para la ermita de San Sebastián”
Parece ser, por lo que estoy viendo, que por una vez , en este pueblo se estan haciendo unas trabajos de restauración impecables. Felicidades a todos los que estan contribuyendo
Falta la estela principal que a salido y, no se a hablado de ella aún , la que salió en el altar ase ya más de un mes y la cual esta completa y seria la más importante, yo tengo fotos de la misma y es una maravilla.
Lo del carrillo- mano me parece intolerable. Parece mentira que a las alturas que estamos aún tengamos que hablar de estas cosas, aunque hay que reconocer que la imagen de la peana en el carrillo tiene su gracia. Creo que en el futuro formará parte del anecdotario setenileño.
Parece ser, por lo que estoy viendo, que por una vez , en este pueblo se estan haciendo unas trabajos de restauración impecables. Felicidades a todos los que estan contribuyendo
Falta la estela principal que a salido y, no se a hablado de ella aún , la que salió en el altar ase ya más de un mes y la cual esta completa y seria la más importante, yo tengo fotos de la misma y es una maravilla.
Y opino igual que Pedro.
Lo del carrillo- mano me parece intolerable. Parece mentira que a las alturas que estamos aún tengamos que hablar de estas cosas, aunque hay que reconocer que la imagen de la peana en el carrillo tiene su gracia. Creo que en el futuro formará parte del anecdotario setenileño.