
PEDRO ANDRADES
Gracias a Manuel Girón, de Ronda
Estamos ante un archivo histórico de un valor incalculable. Ni más ni menos que medio centenar de imágenes del mítico fotógrafo Nicolás Muller que hacen un recorrido memorable por Setenil en la década de 1960, año de su publicación. Forman parte del fondo documental de una de las figuras clave de la fotografía española y europea del siglo XX, adquirido por la Comunidad de Madrid a su hija, Ana Muller, y que se acaban de hacer públicas en su web. Algunas de estas imágenes las conocíamos por su aparición en un reportaje sensacional con el escritor gaditano Ramón Solís («Setenil, un pueblo bajo la roca», publicado en ABC el 30 de mayo de ese año y recogido por Imagina Setenil) o en los libros «España clara» (Editorial Doncel, 1966), con textos de Azorín, y «Andalucía» (Editorial Clave, 1968) del gran Fernando Quiñones, también glosados en esta web.
Ahora disponemos de estas en un formato de calidad, y de otras muchas que nos descubren aspectos de las costumbres y la arquitectura de nuestro pueblo en esas fechas. De las Cuevas del Sol a las Cuevas Román o las Herrerías. De las Cuevas de la Sombra a las Jabonerías o Las Calcetas. De Las Cabrerizas a la Villa. Os las ofrecemos todas aquí, pero iremos desmenuzando muchas de ellas porque realmente es emocionante descubrir los pequeños secretos que nos descubren de nuestro pasado, del Setenil que vivieron nuestros padres y abuelos. Las situamos en 1960 porque fue el de su primera publicación en ABC. Muller recorrió varios municipios andaluces (Olvera, Vejer, Casares…) durante ese último lustro de los años ’50.



































Dicen que Nicolás Muller (Orosháza, Hungría 1913 – Andrín, Asturias 2.000) fue el fotógrafo que domesticó la luz. La expresión es de José Ortega y Gasset, el filósofo que lo acogió en España (1947) en el ámbito de la “Revista de Occidente” tras un periplo por París, Portugal o Tánger al que le obligó la persecución nazi. De origen judío, Muller formó parte de la generación de fotógrafos húngaros como Robert Capa que marcaron el período de entreguerras con sus fotos de denuncia social, y dejó algunos retratos conocidos en todo el mundo como el de Pío Baroja, Azorín, Camilo José Cela, Gabriel Celaya o el propio Ortega y Gasset. Muller estuvo en Arcos, Casares, Salobreña, La Chanca… y Setenil. A Muller le gustaba la luz del sur, como contaba en Imagina Setenil su hija, Ana Muller, y está claro que quedó fascinado por la extraordinaria arquitectura de nuestro pueblo.


Estupendo artículo situando las fotografías en su ubicación. Las fotos son sensacionales, historia viva y reflejo de un pueblo especial. Sobre las cuevas de San Román decir que se vivió allí durante un tiempo considerable tal como se ve en las imágenes, luego fue prohibido bajo sanción y los vecinos fueron yéndose.