PEDRO ANDRADES
Sebastián Luque no es una persona cualquiera. Es uno de los motores principales que mueven Setenil, un personaje indispensable que está contribuyendo como pocos al progreso de nuestro pueblo con su inagotable compromiso público, que va mucho más allá (y no es poco) de su mandato al frente de Los Blancos. Este sábado ha renovado como Hermano Mayor, sin un solo voto en contra, con 245 papeletas afirmativas. Que un único candidato haya contado con un respaldo tan expreso y unánime hacia su persona, demuestra el enorme valor de la gestión que ha realizado, en la que destaca su esfuerzo por adaptar el gremio a los nuevos tiempos, en consonancia con lo que hacen las cofradías más señeras y respetadas de Andalucía. Luque ha conseguido «hacer hermandad», apoyado de manera colegiada en un localizado y conocido grupo de impagables entusiastas, en el que predominan las mujeres y en el que se mima la cantera de jóvenes.
Entre sus méritos indiscutibles hay que subrayar su aportación fundamental al salto cualitativo que ha dado en los últimos años nuestra Semana Santa, que si bien presume de un legado de casi cinco siglos y de ser Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía desde 1998, ahora lo merece mucho más. A la sana rivalidad de Blancos y Negros, al despliegue de bandas y, sobre todo, al escenario único por el que discurre nuestra Semana Santa, tenemos que sumar una apuesta fructífera: la consideración del valor artístico de las imágenes y el patrimonjo religioso, y la cada vez más brillante manera de procesionar. Que nombres como el del prestigioso artesano cofrade Francisco Carrera-Iglesias Paquili o los escultores Juan Manuel Miñarro y Luis Álvarez Duarte se vinculen a nuestra Semana Santa, nos aporta una categoría que repercute finalmente en Setenil, porque nuestra Semana Santa es una indiscutible seña de identidad local y un estandarte del turismo. Ese prestigio, ese valor que damos por supuesto, encierra mucho trabajo y mucha habilidad, que no está al alcance de cualquiera.
Pero quiero alabar especialmente su apuesta añadida por actividades de interés social que van más allá de la sacristía. Y pongo un ejemplo: hace tan solo cuatro años, el Torreón de Setenil permanecía cerrado pese a la fuerte inversión de la Junta de Andalucía en su rehabilitación. La iniciativa personal de Sebastián Luque permitió su apertura y hoy se ve como normal, como salido de la nada, que pasen miles de turistas a disfrutar de este imponente monumento, cuya programación es gestionada por las dos hermandades (Blancos y Negros) y es nuestra oferta cultural más sólida, generando un atractivo alternativo a las Cuevas, mucho negocio para la hostelería y una oportunidad de reconocimiento del talento local, como ha ocurrido con las exposiciones de Charo Alarcón, Mario García Vargas o Ana Mari Romero. Le recuerdo portando de manera entusiasta el primer cartel que se hizo para promocionar la candidatura de «Setenil Maravilla», lo mismo que le vemos detrás de los bueyes de San Isidro, cumpliendo su rol de Marqués de Cádiz en la fiesta de Moros y Cristianos, o presto a promocionar el pueblo allí donde se le requiera.
Si algún día al Ayuntamiento de Setenil le da por crear la figura de Hijo Predilecto, creo que Sebastián Luque sería más que merecedor de ese título.
Pedro créeme si té digo que me gustaría tener el arte y la habilidad de poder escribir y poder transmitir como tú lo haces.
Aunque sea de forma sencilla y sincera, me gustaría agradecerte en primer lugar la amistad que nos une y vincula. En segundo lugar agradecerte igualmente este magnífico artículo que me dedicas, en el que elogias a mi persona y a la pasión que tengo por la Hermandad de Los Blancos y por Setenil; ha llegado a emocionarme y ruborizarme y sinceramente creo no ser merecedor de tus elogios y sinceras palabras de reconocimiento.
Créeme si te digo que trabajo en lo que creo y siento, desde la sencillez y la modestia, en muchos frentes, pero de forma intensa e incondicional por la “Hermandad de Los Blancos” y por “Setenil”, pasión ésta última que ambos compartimos.
Reiterarte mi agradecimiento por tus elogios hacia mi persona y reconocer también tu gran labor y pasión por Setenil Muchas gracias Pedro.