
PEDRO ANDRADES
«Esto no está hecho, se puede parar». Así de rotundo se manifiesta el abogado Salvador Campos, experto del país en asuntos relacionados con la implantación de las energías renovables. Este letrado, contratado por el Ayuntamiento de Setenil para defender los intereses de nuestro pueblo ante el aluvión de proyectos que amenazan nuestro entorno natural, es optimista en la difícil batalla administrativa contra los megaproyectos de estas empresas que, desde su arrogancia, están cometiendo evidentes abusos para intentar eludir controles administrativos estrictos, pero también errores que pueden dar al traste con sus intenciones. «Hay pelea», afirma.
Ha sido una magnífica noticia la publicación en el BOE de la Declaración de Impacto Ambiental Desfavorable de parte de la línea de alta tensión del Proyecto del Parque Eólico Hinojosa, de la multinacional Green Capital Power, que pretende implantar en los términos de Alcalá, Setenil y Torre Alháquime un gran número de aerogeneradores, con alturas de hasta 180 metros de alto, que afectaría de lleno a los escarpes del Trejo y las cercanías del Arroyo de Alcalá. Serían visibles desde los puntos más emblemáticos de Setenil. Esto significa que este Parque Eólico, al que el Ayuntamiento y los vecinos presentaron cerca de 900 alegaciones, se queda sin línea de evacuación al ser rechazada la planta denominada «Marciaga», en Casarabonela (Málaga), imprescindible para llevar la energía producida a Cártama. «Esto lo hace inviable», dice Salvador Campos, quien participó en el proceso de alegaciones que ha resultado triunfante. Subraya un detalle: los promotores llegaron a falsificar, según dice, el mapa de afecciones de aves.
El letrado también destaca que «ninguna planta fotovoltaica de las cinco previstas en Setenil por la empresa Diverxia tiene garantizada la evacuación de la energía», y lo explica con una profusión de datos técnicos. «Hay pelea administrativa y judicial», concluye, tras observar una multitud de contradicciones e irregularidades técnicas en los cinco polígonos energéticos proyectados por esta empresa, que ha dividido la potencia en cinco plantas de menos de 50 megavatios para esquivar controles ambientales más rigurosos.

Estas infraestructuras son las plantas solares Alcione, en el entorno del emblemático cortijo de Escalante y en las tierras colindantes con la vía pecuaria; Taíno, entre las fincas de Aguilera Alta, Aguilera. Baja, Toriles y Las Mesetas; September, en el área de Fernando, Zumacal, Rosales, Girón y Espartosa; Táctica, en las cercanías de Las Limosnas; e Isturgi, por la zona de Pozuelo, Doña Juana, La Serna y Fernando. Esos proyectos rodearían Setenil y llevarían la energía a la subestación Danae, en el cruce de la Venta Leche, que sería íntegramente «cableada».
En estos momentos, la Delegación de la Junta de Andalucía en Cádiz ha abierto el proceso de alegaciones a la autorización administrativa de las fotovoltaicas «Alcione“ (Escalante), “September“ y las líneas eléctricas de evacuación de estas plantas hasta la subestación “Danae», junto a la Venta Leche. Setenil presentará alegaciones durante el periodo de información pública, que es de 30 días y que concluye el 28 de marzo de 2023, pudiendo hacerlo también los propietarios afectados.


El Ayuntamiento de Setenil solicitó a la Junta de Andalucía durante el trámite ambiental que se remitiese comunicación por escrito a cada uno de los propietarios de Setenil que se verían afectados por la construcción de estos proyectos, aunque no hay constancia de que se haya realizado ninguna comunicación personal. «Debemos resaltar», dice el Ayuntamiento, que «aunque tienen informe favorable para la autorización ambiental unificada que se emitió el pasado mes de diciembre por la Delegación Territorial en Cádiz, todavía no tienen la autorización administrativa que es lo que ha sido sometido a información pública». Aquí puedes ver las parcelas afectadas por September y aquí las parcelas afectadas por la fotovoltaica Alcione.
Y destaca que «las empresas pueden ir iniciando paralelamente la declaración de Utilidad Pública de sus proyectos, lo que facultaría el inicio de un procedimiento de expropiación de los terrenos o a la imposición de servidumbres en aplicación de la Ley de Expropiación forzosa tanto para las parcelas donde se pretende construir las plantas como a las parcelas por donde discurra la línea eléctrica de evacuación».
Recordemos que ese aluvión de proyectos, que tienen una vida máxima de 25 años, supondrán un destrozo ambiental y paisajístico irrecuperable en zonas como la Venta Leche y la falda de Acinipo, en el camino a la romería por Escalante, en el entorno de los escarpes del Trejo, en las proximidades del arroyo de Alcalá, o en la zona de El Higuerón y Aguilera. Setenil cambiará olivos y encinas por placas fotovoltaicas con una extensión equivalente a unos mil campos de fútbol (una hectárea) y molinos gigantes (185 metros) que triplican la altura de nuestro Torreón. Ni generan empleo local ni repercuten en el precio de la luz, que se exporta fuera. Beneficio cero y perjuicio máximo.


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