
PEDRO ANDRADES
En estos días que se rememoran los 40 años de la histórica victoria del PSOE en octubre de 1982, quiero recordar la relación que mantuvo con Setenil su principal protagonista, Felipe González, y aquella famosa frase que pronunció referida a nuestro pueblo tras su derrota electoral en 1996. Mientras se especulaba con un destino en Bruselas acorde a su perfil europeísta y su estrecha amistad con Helmut Koll o François Miterrand, el expresidente ironizó sobre su deseo de acabar su vida política como alcalde de Setenil. «No aceptaría un Ayuntamiento que tuviera más dimensión que el de Almonte. Por ejemplo, me gustaría vivir aquí en Cádiz, el de Setenil me vendría bien, pero más de eso no estoy dispuesto», afirmó en una conferencia moderada por el periodista Jorge Bezares en la Facultad de Filosofía y Letras, organizada por la Asociación de la Prensa en noviembre de 1997. Fuera le esperaba su amigo Gabriel García Márquez en compañía de Carmen Romero y Rafael Román para almorzar. La sorpresa entre los periodistas, que de aquella conocían bastante menos nuestro municipio, fue mayúscula.
Un año después, en noviembre de 1998, González pasaba un fin de semana de visita privada en la Sierra de Cádiz con Carmen Romero, su entonces esposa y diputada por Cádiz. Se alojó en Algar, donde alquiló una casa rural en la urbanización el Tajo del Águila para vivir durante un tiempo, y visitó Setenil, donde llegó conduciendo su todoterreno y recibió una calurosísima acogida. «No me importaría ser su concejal de parques y jardines», bromeó de aquella el que era alcalde electo desde 1983, Cristóbal Rivera Hormigo, que le acompañaba junto a numerosos vecinos en su recorrido turístico por el municipio, como se puede apreciar en las imágenes que recupero de la época. El autor de las mismas era ni más ni menos que Julio Feo, el todopoderoso politólogo que dirigió las exitosas campañas de aquel joven abogado sevillano de 40 años, que sería el primer presidente socialista desde la II República y encadenó como gobernante cuatro legislaturas consecutivas, las tres primeras con mayoría absoluta. Y lo que es más importante: que logró posiblemente la mayor transformación y modernización de este país, convirtiéndose en el rostro de la joven democracia española que ingresaba en el selecto club de países de la Unión Europa (y la OTAN).
«Se me vienen a la memoria muchos recuerdos, sobre todo cuánto le tenemos que agradecer por servirnos de faro para transformar este país». Así lo evoca Cristóbal Rivera para Imagina Setenil, después de asistir al acto central del PSOE protagonizado este fin de semana en Sevilla por González. «Dio a conocer nuestro pueblo a mucha gente, nos referenció en el mapa y despertó interés por conocernos». Quien fuera el anfitrión de González en Setenil asegura que «ver al Presidente del Gobierno de España pasear por las calles de nuestro pueblo, acompañado por su gente, es todo un honor y motivo para sentirnos orgullosos de haber compartido esos momentos. Gratitud a Felipe González, como Presidente y persona, por su enorme gesto hacia Setenil«.

También el actual secretario local de los socialistas, Sebastián Bermúdez Hormigo, compartió paseos y comida en El Almendral con este histórico dirigente. “González es un hombre muy cercano, con una conversación fluida y natural». Y recuerda la anécdota de cuando Felipe se dirigió a Cristóbal Rivera: “Alcalde, te voy a tener que hacer unas primarias y me voy a venir de alcalde de Setenil”. Para Bermúdez, “su visita significaba poner en valor la labor del equipo socialista en Setenil, del esfuerzo de transformación y modernización que se hizo”.
Mari Carmen Bermúdez Zamudio, que entonces era concejal, también recuerda otra anécdota, vinculada a la afición forestal del expresidente. «Le regalamos una encina que teníamos en mi casa, que había agarrado en una lata. Él me dijo que la cultivaría como si fuera una encina bonsai«. Así que igual en estos momentos en La Moncloa sigue creciendo este quercus de Setenil.
