El boom turístico de Setenil

Turistas asomados en el Lizón. Foto: LAOTRAROUS. Ver más en en este enlace https://flic.kr/p/7RcrQN
Turistas asomados en el Lizón. Foto: LAOTRAROUS. Ver más en en este enlace https://flic.kr/p/7RcrQN
Turistas fotografiándose en la cubierta del Torreón, con Setenil de fondo. Foto: ÁNGEL MEDINA LAÍN.
Turistas fotografiándose en la cubierta del Torreón, con Setenil de fondo. Foto: ÁNGEL MEDINA LAÍN.
La calle Herrería, cordón umbilical del turismo entre la Plaza y Las Cuevas, abarrotada de visitantes.
La calle Herrería, cordón umbilical del turismo entre la Plaza y Las Cuevas, abarrotada de visitantes.

PEDRO ANDRADES

Durante el Puente de la Constitución había en Setenil más gente que un Viernes Santo. Riadas humanas, sí, riadas humanas (no es exagerado) de grupos de amigos y familias que coincidían en un recorrido por la Plaza, las Hererrías, Mina, las Jaboneríashasta en la cubierta del Torreón había grupos de turistas haciéndose fotos, con el pueblo de fondo. Lo mismo ocurre prácticamente cualquier fin de semana. Nuestro pueblo está de moda y se ha confirmado lo que ya es más que una tendencia: Setenil está a tope de visitantes. También se ha confirmado su reverso: durante varias horas del mediodía Setenil está al borde de la saturación en algunas zonas como las Cuevas del Sol y la Sombra, esas fabulosas calles que hace pocos años eran cocheras o zona de paso como puedan ser hoy Las Cabrerizas y que se han convertido gracias a la apuesta de la iniciativa privada en uno de los lugares más fotografiados y animados de Andalucía.

Es verdad que este flujo turístico coincide con un año de récord absoluto de visitantes en toda España y que está muy vinculado al último estirón de Ronda, donde el número de turistas nacionales se ha incrementado durante el último lustro casi un 27%  y un 118% el de extranjeros (datos del Instituto Nacional de Estadística). Pero Setenil vive un fenómeno propio, de trazas históricas, que ya quisieran otros pueblos que dedican muchísimo esfuerzo a la promoción sin conseguir lo que Setenil tiene casi por castigo, gracias al boca a boca y a la difusión en las redes sociales y en internet. El secreto de ese tirón turístico reside, no hay ninguna duda, en los tajos, que hacen de nuestro pueblo un enclave único, irresistible para el viajero curioso.

Este boom turístico demuestra que Setenil ha conseguido lo más difícil (traer turistas), pero también ha puesto de manifiesto algunas carencias que requieren una solución urgente. En primer lugar, la falta de servicios básicos para atender la afluencia masiva de visitantes durante esas cuatro o cinco horas de aluvión en los festivos, concentrado especialmente en Las Cuevas. El mayor problema es sin duda el aparcamiento privado y la circulación por el centro durante ese lapso de tiempo. Con un parking fantasma de improbable apertura, hay que darle una oportunidad al rodaje de las plataformas de estacionamiento recién habilitadas por el Ayuntamiento, una acertada solución de emergencia (requiere algunos ajustes en la señalización) que ya se ha experimentado con éxito en otros municipios de similares características como Medina Sidonia o Vejer.

Pero el del aparcamiento no es nuestro único reto. No hay información alguna sobre los atractivos del pueblo (eso sí, saltan a la vista con tan sólo seguir el curso del río) ni un reclamo cultural o urbano complementario que descongestione Las Cuevas del Sol y sirva de polo de atracción para conocer otros puntos de interés que tiene el municipio y que se podrían articular sobre dos ejes básicos: la Ruta de las Cuevas y la Ruta de los Reyes Católicos, con las Herrerías y las Calcetas (están a punto de terminar las obras) como cordón umbilical entre la Plaza y Las Cuevas. Hace un tiempo, Setenil parecía condenado a convertirse en un hermoso pueblo vacío. Ahora dispone de una evidente oportunidad de negocio, de creación de empleo (mucho más allá de los bares) y de animación social gracias al turismo. Tenemos turistas. Muchos turistas. Pero, ¿qué hacemos con ellos para que se queden y vuelvan? Este fenómeno pide a gritos un Plan Estratégico del Turismo, en el que participen los vecinos, los comerciantes, los empresarios, los colectivos sociales, los partidos políticos, los agricultores, los productores, la Iglesia, los mayores, las Hermandades (han tenido que ser ellas quienes abran un edificio tan poderoso y emblemático como el Torreón, que permaneció dos años cerrado), para aprovechar este momento. Sin llegar a compararnos con el Torremolinos de huertas de los años ’60, sólo hace falta mirar a nuestro alrededor para concluir que otros pueblos (Grazalema, Arcos) comenzaron su expansión turística con menos garantías de éxito de las que tiene ahora Setenil. Os animamos a que lancéis vuestras propuestas.

Las Cuevas del Sol, abarrotadas durante el Puente de la Constitución. Foto: ÁNGEL MEDINA LAÍN
Las Cuevas del Sol, abarrotadas durante el Puente de la Constitución. Foto: ÁNGEL MEDINA LAÍN
Las Cuevas de la Sombra, atestadas. Foto publicada en el Facebook del Bar Sol y Sombra.
Las Cuevas de la Sombra, atestadas. Foto publicada en el Facebook del Bar Sol y Sombra.

4 comentarios en “El boom turístico de Setenil

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