
PEDRO ANDRADES
Cuando se construyó el antiguo colegio del Carmen, a principios de los años ochenta (del siglo pasado), los que entonces éramos alumnos peregrinamos por cuatro escuelas. Hicimos párvulos y algún curso en la Villa, luego subimos hasta San Sebastián (donde nos destrozamos las rodillas en ese patio lleno de chinos), seguimos en Los Capuchinos (antes de construirse la residencia de mayores), continuamos en la actual guardería del Carmen, y estrenamos el que fue el primer colegio bien acondicionado de la historia de Setenil, que se llamó desafortunadamente «Primo de Rivera». Eran otros tiempos, mucho más difíciles, y hay que valorar el meritorio esfuerzo que se hizo desde la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Setenil por superar el atraso en los servicios educativos del pueblo. Pero, aunque hubo voces discrepantes con la ubicación del nuevo centro, pesó más en la decisión final el interés por «urbanizar» este barrio. La oportunidad de dar un salto cualitativo en materia educativa diluyó cualquier polémica.
Desde entonces han transcurrido más de tres décadas. Aquella dispersión escolar suena por fortuna a «batallita del abuelo» y Setenil cuenta, como la mayoría de los municipios similares, con un colegio en El Almendral (desde septiembre de 1994) y un instituto (2004) a la altura de cualquier otra población andaluza. El antiguo colegio del Carmen pasó desde entonces a ser un edificio sin utilidad clara en un pueblo que no sabe todavía qué hacer con tantas casas y propiedades municipales acumuladas en unos años de bonanza económica y alegría en el gasto público. En la foto de arriba se aprecia cómo el antiguo colegio es, hoy por hoy, una construcción mastodóntica que «se come» un monumento de mayor pedigrí como la ermita del Carmen (siglo XVIII) y su plaza, y altera de manera insoportable nuestra fisonomía urbana.
El Carmen es un emplazamiento privilegiado de Setenil, una fantástica atalaya con dos miradores sensacionales. Por un lado, hacia El Lizón, los Cortinales y Las Cabrerizas, que ofrece quizá la mejor perspectiva para comprender cómo el río Guadalporcún hizo esta maravilla de pueblo. Por otro, hacia las Cuevas de la Sombra y el caserío que se encarama desde la calle Ronda hasta la Ventosilla. Un sitio tan excepcional merece una alternativa y liberarse de ese «ladrillazo»: un espacio público abierto, que aproveche la caída del terreno en la antigua casa del médico y se convierta en un complemento de la Villa y las Cuevas, que permita a este barrio con tanta personalidad engancharse al «boom» del turismo y convertirse en una referencia más activa de la vida diaria de Setenil.
Hace años, en 2005, el taller de arquitectos Donaire, de Sevilla, elaboró el proyecto de un teatro ubicado junto a la ermita, con vistas al Lizón. Finalmente quedó en nada. Proyectos como este son improbables hoy en día por la crisis económica, pero sin duda hay fórmulas para convertir el Carmen en un polo de atracción social y turística: una plaza bien urbanizada que sirva a su vez de espacio escénico o lugar de encuentro que no margine a una ermita tan entrañable. Esa agresiva construcción no es más que un muro que priva a los vecinos y a los visitantes de unas espléndidas vistas y condena a esta maravillosa plaza a ser un garaje. Difícilmente podrá pedir una institución a sus ciudadanos que se esmeren en el cuidado y el respeto por las normas urbanísticas si consiente este «Algarrobico» en pleno corazón de un pueblo orgulloso de aparecer una y otra vez en las listas de los más sitios más bonitos y originales de España. Su mejor destino es el derribo.






PROYECTO DE UN TEATRO PARA SETENIL.
DISEÑADO POR DONAIRE ARQUITECTOS EN 2005





Ya en su dia los comentarios fueron contrarios a su construcción,¿Como se podría arreglar este despropósito?
Creo que la solución más práctica es el derribo y una urbanización razonable y ordenada del entorno. Ganarían los vecinos del Carmen y Setenil 🙂
Ese edificio y la pared sin enlucir del restaurante Las Flores, que se visualiza casi desde cualquier punto y lleva mas de veinte años en ese estado, restan belleza paisajistica a Setenil
El espacio escénico se proyectaba en el solar ubicado en el parque de la Granja junto a la biblioteca. El solar que ocupa el colegio no se debe ocupar por edificio alguno, si se podría ejecutar un espacio escénico al aire libre aprovechando el desnivel del terreno.