
PEDRO ANDRADES.
Reportaje fotográfico: ÁNGEL MEDINA LAÍN.
Setenil tiene, de alguna manera, una «nueva» Iglesia. Durante los dos últimos años, Fernando Visedo, arquitecto con un currículo muy importante en la recuperación de espacios públicos, ha dirigido la restauración del templo de la Encarnación, la Iglesia de la Villa, un proyecto muy complejo que ha sufrido cambios importantes durante su ejecución y en el que hay que aplaudir el esfuerzo económico (900.000 euros en tiempos de crisis) realizado por la Junta de Andalucía y la Diócesis. En realidad, Visedo ha destapado una joya oculta que no hemos conocido las últimas generaciones y que es fruto en buena medida de la «deconstrucción» del templo: de la solución de problemas arquitectónicos estructurales que ponían en serio peligro su supervivencia; de la limpieza de los añadidos que sufrió este edificio en las reformas de finales del siglo XIX (denunciadas por Enrique Romero de Torres) y en la pasada década de los ’60; y la visionaria y acertada apertura de los vanos cenitales, que aportan una luz majestuosa y otorgan un esplendor desconocido en este templo, cuyo reflejo se ha buscado en el interior del Espíritu Santo de Ronda.
Las dos fotos que acompañamos de Juan Marín Ortega nos muestran, de manera simbólica, cómo nuestros abuelos conocieron un edificio del que no tuvimos noticia sus nietos, un templo formado por una primera iglesia mudéjar construída sobre la antigua mezquita musulmana a la que se «enchufó» con aires monumentales la posterior construcción. Eso nos debe hacer pensar si el escenario que ha sido testigo de la mayoría de nuestros acontecimientos familiares fue respetuoso con el pasado, si nuestra memoria sentimental es más válida que la de nuestros abuelos y que la de las generaciones que nos precedieron desde el siglo XV en que se comenzó su construcción.
De la misma manera, y en sentido contrario, hay que valorar esa historia reciente para que no se pierda el rastro del último siglo (los disparos de los «angelitos», por ejemplo). Si no era posible su conservación física, al menos se debían haber contemplado desde el Ayuntamiento alternativas fotográficas o museísticas para su pervivencia testimonial. Hubiera sido interesante para la propia comprensión histórica del templo y para facilitar la digestión local de los cambios. Un mejor mediación social también habría evitado muchos sinsabores tanto a los responsables de la obra como a aquellos que, sean o no religiosos, se preocupan por la mejor proyección de un monumento emblemático de Setenil.
Estas consideraciones previas son muy importantes para evitar un análisis prejuicioso del resultado final, que ya se percibe con la retirada de los andamios: un templo impresionante para el espectador, sin rematar, con obras de acabado pendientes (pintura, pulido del suelo, electricidad, revestimentos, tratamiento de la madera, vidrios, la puerta de entrada…). En este artículo ofrecemos un paseo fotográfico por la Iglesia de la Villa, un antes y un después de esta joya (casi) recuperada del patrimonio local y que, como veremos en las imágenes comparativas, pedía auxilio a gritos con el espesor de sus humedades. Como no soy ningún especialista, este artículo no es ningún estudio técnico sino una apasionada aproximación visual, y los datos se apoyan en la memoria del proyecto realizada por el arquitecto Fernando Visedo. Las últimas imágenes se tomaron el 15 de septiembre de 2013.


En esta galería (las fotos se amplían pinchando sobre ellas) se aprecia el contraste entre dos imágenes tomadas por una misma persona, Juan Marín Ortega, que en dos décadas conoció dos iglesias distintas: la primera, de finales de los años 50, muestra la portada blanca del templo mudéjar, y, en la segunda, su aspecto en los primeros años ’70 tras su restauración.

- Arco diafragma entre el templo mudéjar y la nave renacentista. La cubierta de madera se ha cambiado. ÁNGEL MEDINA LAÍN.


- Foto: ÁNGEL MEDINA LAÍN.
La apertura de las ventanas tapadas en la convergencia de los dos templos ha aportado un esplendor a la Iglesia superior incluso a la majestuosidad que muestran las imágenes. Estas fotos están tomadas en la tarde del 15 de septiembre. La «limpieza» de los terceletes y los nervios, a imagen y semejanza de la Iglesia del Espíritu Santo de Ronda, una decisión que el arquitecto fundamenta en los estudios históricos de Lorenzo Alonso de la Sierra Fernández. Todas las decisiones están supervisadas por los expertos de la Consejería de Cultura de Cádiz.


Comparativa de la imagen actual del altar con otras dos: una de principios de principios de siglo publicada por Enrique Romero de Torres y una instantánea tomada por Ángel Medina antes de la última restauración. Romero de Torres (1872-1956, hermano del famoso pintor y director del Museo de Bellas Artes de Córdoba) hizo un Catálogo patrimonial de Cádiz editado en 1934 que recoge algunas celebradas fotos del pueblo. Su comentario sobre la Iglesia fue demoledor: “Se renovó en tiempos modernos con pésimo gusto. Cuando la visitamos en 1908, hacía poco que habían pintado los muros y vidrieras del ábside, de azul, con estrellas doradas y otros caprichosos adornos de papel, que le daban un aspecto deplorable”. En la restauración actual, siguiendo el criterio de los expertos, se han quitado estas pinturas. Si pincháis sobre la galería, se puede ver con todo tipo de detalles.


En la siguiente galería se puede apreciar cómo la humedad se «comía» las ventanas y el techo de la Iglesia, en lo que parece un «grito» del propio edificio pidiendo auxilio.

En esta galería se ven con detalle las pinturas con las que se cubrió el templo en la reforma de finales del siglo XIX, que son ajenas al estilo de la Iglesia, según los expertos. Aquí, no obstante, conservamos las fotografías para el recuerdo de quienes se criaron con esta fisonomía de la Iglesia y para no olvidar algunos hechos históricos como los disparos a los «angelitos» durante la cruenta Guerra Civil que sufrió Setenil por el golpe militar franquista. Y debajo, detalles de cómo quedan los nervios en la actualidad.


El altar incorpora también la piedra natural y conserva la puerta donde se guardaba el tesoro eclesiástico. El escudo de Fray Diego de Deza, el arzobispo que convirtió en Parroquia el templo de la Encarnación, también pierde su color en aras de la homogneidad, lo que ha disgustado a la Hermandad de los Blancos. En la siguiente galería vemos algunos detalles de la sacristía y el sagrario, al que también han cambiado la cubierta.

A continuación podemos comparar la visión de la Iglesia desde el altar antes y después de la última restauración. Dos de los tres vanos cenitales está tapados. También podemos observarlos desde fuera en las dos fotografías exteriores en las que se aprecia de perfil el «enchufe» de los dos templos, el mudéjar y el tardogótico.




Arriba vemos una insólita imagen de la iglesia mudéjar sin cubierta tomada por el cura, Ramón Vázquez, y un detalle del refuerzo de la serliana de la portada en una foto cedida por el arquitecto Fernando Visedo.


Abajo, podemos observar dos detalles del estado de la cubierta de la iglesia mudéjar antes y después de su restauración, y la entrada a la iglesia por el desaparecido cancel. Estaba prevista su recolocación pero, según el arquitecto, su mal estado lo impide. Por falta de presupuesto, no hay por una alternativa como demandan algunos feligreses. El frío invernal de Setenil merece alguna solución aislante.




Abajo podemos ver dos comparativas de la torre del campanario, cuya estructura era uno de los focos importants de humedades. Estaba mal construída, según el arquitecto.
Abajo podemos ver imágenes de cómo ha quedado el campanario y la cubierta, que se ha sustituído.
Y terminamos este paseo visual por la Iglesia de la Villa con otras imágenes de su exterior: de su trasera y de las ventanas



Para saber más:
UNAS FOTOS DIVINAS: FOTOS DE LA OBRA DE LA IGLESIA REALIZADAS POR RAMÓN VÁZQUEZ
Buen trabajo Pedro, riguroso y con buen gusto. Gracias.
Muy hermosa era apesar de sudecadencia y ahora luce maravillosa ,henorabuena a todos los que lo han echo posible y encuanto a las imagenes que puedo decir ademas de detallistas y perfeccionistas , pues es mi primo y lo vale bien ,saludos . Una pregunta en las fotos se ve bien algunas modificaciones , personalmente lo unico que para mi le resta valor es el portal me gustava mas los odornos que tenia y el tejado tambien a variado , pero esta muy bonito esperamos poder ver mas detalles cuando este totalmente acavada , un saludo a todos desde la distancia.
¡Magnífico artículo, Pedro! Muchas gracias por tu trabajo y tu tiempo.
Pues, Pedro, es evidente que habrá posiciones a favor y en contra, pero yo creo, desde mi humilde y artísticamente ignorante opinión, que la «nueva» iglesia de Setenil luce majestuosa y llena de luz a la espera de los últimos retoques. Un recuerdo también al difunto Sr. Porras, también a su familia que seguro vivirá estos días con especial emoción y gracias por vuestras fotos a ti, a Ángel y a Fernando.
Gracias, Juan!
Un par de cositas, gracias también a las fotos de Ramón y otra, pregunta a Angel si le pidieron ayuda para ejecutar el refuerzo de la serliana de la portada, a él y a los compis del Grand Prix? Desde el cariño 🙂