
PEDRO ANDRADES
¿Las Cabrerizas de Setenil o La Aquitania francesa? En el Perigord Negro, allí donde aparecieron los primeros huesos del hombre de Cro-Magnon, se da un ejemplo palmario de cómo una zona deprimida con un parecido asombroso a Setenil se ha convertido en una referencia turística gracias al apoyo público y al aprovechamiento de una geografía troglodita que nos resulta absolutamente familiar. El periodista Juan Manuel Marqués Perales (el mejor cronista político de Andalucía, al que podéis leer todos los días en el Diario de Cádiz) nos muestra, tras una visita a esa zona, cómo funcionan hoteles de lujo en paisajes siameses de las Cuevas Román, las Jabonerías, la Molinilla o los escarpes del río Trejo. En Francia han convertido en Museo de la Prehistoria lo que en Setenil es una perrera, un gallinero o un solar abandonado.

Por JUAN M. MARQUÉS PERALES.
Periodista. Subdirector del Grupo Joly.
Pudiera ser las Cabrerizas. O las Jabonerías e, incluso, las Cuevas Román, pero no; no es Setenil, aunque la arquitectura troglodita de esta comarca francesa nos trae imágenes parecidas a la de nuestro pueblo serrano. El Perigord Negro, situado a algo más de cien kilómetros al este de Burdeos, es una comarca puramente rural, alejada de las grandes vías de comunicación que integran toda Francia y, quizás, por ello, haya conservado algunos de los mejores paisajes del país vecino.
Fue en esta región donde se encontraron los primeros huesos de lo que se llamaría el hombre de Cro Magnon, y sus asentamientos ya indican que las cárcavas, los abrigos y cuevas que lindan con el río Dordoña fueron ocupadas por el hombre desde la prehistoria. De hecho, el Museo Nacional de Prehistoria se incrusta en el macizo calcáreo del pueblo de Les Eyzies. Varias de las casas que hoy se utilizan como centro de investigación de este museo (la primera foto) han sido reacondicionadas para estos fines. De hecho, desde que los cromañones se instalaron en esta comarca, debido a su bondad climatológica durante las glaciaciones, el hombre ha vivido en estas rocas. Primero, usaron los abrigos sin más, para protegerse de la lluvia o el frío, encender el fuego o descansar; luego utilizaron la madera para clavar vigas en las rocas y construir las primeras casas y, posteriormente, éstas se transformaron en pequeños edificios de piedra.
Las casas de La Roque (ver la foto de abajo), justo en la ribera del Dordoña, recuerdan a algunas de Setenil. Se trata de construcciones de fachada recta, pero cuyo interior se convierte en un mezcla de planos y curvas para moldarse al relieve de la gran roca cálcarea. En Beynac, el caserío es aún más imponente, porque justo encima de la cárcava se levanta un castillo medieval donde murió Ricardo Corazón de León, y que fue utilizado durante varios siglos como puesto fronterizo entre Francia e Inglaterra, poseedora de buena parte de la Aquitania.
A pesar de que el Perigord es una de las regiones más pobres de Francia, debido a una falta de industrialización causada, precisamente, por su aislamiento, en los últimos años se ha convertido en un destino turístico nacional, y no sólo por la belleza, sino por los atractivos de sus granjas, sus vinos y su gastronomía. ¿Bodegas? Sí, hay un vino de Perigord aceptable, aunque mucho más recomendables son los del cercano Cahors. Pero, sobre todo, ha habido un interés político por sacar a relucir lo mejor de estos ‘seteniles’ anclados en las cárcavas. André Malraux, escritor y ministro de Culura, es considerado uno de los grandes salvadores del Perigord.

Galería de imágenes del Perigord Noir, cuna de Cro-Magnon, situado a algo más de cien kilómetros de Burdeos. El parecido troglodita con las Cuevas Román, Las Cabrerizas , o los escarpes del río Trejo es asombroso.
Increible el parecido Pedro, que maravilla, la única diferencia es que esta gente nos llevan más de 100 años de ventaja. Un gran saludo.
Sí, años de adelanto, porque antigüedad no nos llevan mucha…
Me ha recordado más a Peña Caída, incluso por el color de las casas, aunque como dice Rafael…años, y si me apuras, siglos.
Un saludo
Buena comparación la de Peña Caía, Rafa
Estoy de acuerdo con lo anteriores comentarios. Parece que este pueblo francés ha sabido sacar partido a las posibilidades que tiene por su entorno y su originalidad.
Setenil desgraciadamente es el polo opuesto, en mi opinión el paisaje urbano de nuestro pueblo se ha ido degradando en los últimos tiempos perdiendo en parte nuestra esencia de pueblo blanco. En Zahara de la Sierra, Grazalema ó El Gastor tenemos ejemplos claros de conservación del caso urbano sin salir de la Sierra de Cádiz.
Estoy de acuerdo, Creo que Setenil se ha degradado mucho en las ‘ultimas decadas, sobre todo por la nula planificaci’on urban’istica y por las nefastas actuaciones que se han llevado a cabo .